El
Parlamento Europeo ha aprobado la Ley de Inteligencia Artificial el pasado 13
de marzo, marcando un hito histórico en la regulación de la tecnología en la
Unión Europea. La legislación, respaldada por 523 votos a favor, tiene como
objetivo principal incentivar la innovación tecnológica y salvaguardar los
derechos fundamentales y la seguridad de los ciudadanos.
Una
de las principales características de esta regulación es la prohibición de
ciertas aplicaciones de IA que representan una amenaza para los derechos de los
ciudadanos. Se prohíbe enérgicamente la captura de imágenes faciales de
Internet o de grabaciones de cámaras de videovigilancia con el propósito de
elaborar bases de datos de reconocimiento facial, así como la creación de
sistemas de categorización biométrica basados en características sensibles,
como el color de la piel.
Además,
se implementarán requisitos de transparencia para los sistemas de IA de uso
general y se establecerá la obligación de etiquetar claramente imágenes, audio
o vídeo artificialmente manipulados. Estas medidas buscan informar plenamente a
los usuarios sobre el funcionamiento y los posibles riesgos asociados a la IA.
La
normativa también prohíbe el uso de la IA para el reconocimiento de emociones
en entornos laborales o educativos, así como la implementación de sistemas de
puntuación ciudadana, destacando especialmente la prohibición de la
"actuación policial predictiva".
Además
de las prohibiciones, la ley establece obligaciones para los sistemas de IA
considerados de alto riesgo, relacionados con la salud, el medio ambiente, la
seguridad, etc. Estos sistemas deben cumplir estrictas regulaciones para
garantizar el respeto de los derechos fundamentales y la transparencia en su
funcionamiento.
La
legislación también establece la obligación de implementar canales adecuados
para permitir a los ciudadanos presentar reclamaciones sobre los sistemas de IA
y recibir explicaciones sobre las decisiones que afecten a sus derechos,
promoviendo así la rendición de cuentas y la protección del individuo frente a
posibles abusos tecnológicos.
Como
parte de este esfuerzo, se contempla la creación de la Oficina Europea de
Inteligencia Artificial, encargada de coordinar el uso de esta tecnología entre
las autoridades nacionales y asesorada por expertos científicos y
organizaciones de la sociedad civil. Se prevén también medidas de apoyo a la
innovación y a las pymes, mediante la creación de espacios controlados de
pruebas y ensayos en condiciones reales para el desarrollo y entrenamiento de
la IA innovadora.
El
Reglamento está sujeto a una última comprobación jurídica-lingüística y entrará
en vigor veinte días después de su publicación en el Diario Oficial. Sin
embargo, será plenamente aplicable veinticuatro meses después de su entrada en
vigor, estableciendo a la Unión Europea como un referente mundial en la
regulación responsable de la inteligencia artificial y fortaleciendo la
competitividad de la industria europea en este ámbito.
En ATGroup, reafirmamos nuestro compromiso de liderar la regulación de nuevas tecnologías y de mantenernos a la vanguardia en el ámbito de la Inteligencia Artificial.
Si
desea obtener más información sobre el tema o tiene alguna pregunta, no dude en
contactarnos. Estamos aquí para ayudarle.
Fuente:
Parlamento Europeo.